José Antonio Álvarez Condarco quizás fue el tucumano más apreciado por José de San Martín, según lo atestiguan los libros de Historia. En septiembre de 1816, el general le escribió a Juan Martín de Pueyrredón, director supremo de las Provincias Unidas de América del Sud. En esa carta, San Martín habló maravillas de Álvarez Condarco: “El mérito relevante y conocimientos facultativos que adornan al Sargento Mayor de Artillería don José Antonio Álvarez Condarco, muy especialmente en la topografía de Chile, me han impulsado a nombrarle mi ayudante de campo”.
Tanta era la confianza que San Martín depositaba en la capacidad de su asistente, que le encargó la operación de inteligencia previa al inicio del cruce cordillerano. Álvarez Condarco recibió la orden de recurrir a su prodigiosa memoria visual para cruzar los Andes y retener con exactitud su topografía y volcarla después en papel. “Sin hacer ningún apunte pero sin olvidarse ni de una piedra” fue la instrucción que recibió del general San Martín, porque corría el riesgo de ser requisado por los realistas.
El 2 de diciembre de 1816, Álvarez Condarco partió hacia Chile con esa misión secreta y la excusa de llevarle el acta de la independencia de las Provincias Unidas a Casimiro Marcó del Pont, representante del rey español en tierra chilena. Después de una ardua travesía por el Paso de Patos y de estar a punto de ser fusilado por el enemigo, el espía tucumano llegó a destino y fue rápidamente despachado de regreso a Mendoza. Pero esta vez por el Paso de Uspallata, que era el camino más corto. De esta forma, el tucumano pudo elaborar a mano alzada el croquis de los dos pasos más importantes de la cordillera.
Otro de los trabajos fundamentales de este héroe fue dirigir una fábrica de pólvora en Mendoza. Su producción era de excelente calidad a precio muy bajo y en abundante cantidad. Gracias a esto, al Ejército de los Andes no le faltaba el explosivo en su entrenamiento.
Hoy, solo una calle y un monumento en el Parque 9 de julio honran la memoria de un tucumano clave en la gesta sanmartiniana.